Falta para el reencuentro

martes, 26 de noviembre de 2013

Aún seguimos aquí

Aunque no con la frecuencia y asiduidad de los momentos pasados, no me he ido, ni me he olvidado de nadie. Simplemente, el devenir de la vida normal de cada uno, con sus momentos, sus hábitos y rutinas, que nos ocupan el día a día. Pero tranquilos que yo sigo aquí.

Hoy vamos a empezar la colección de fotos del 10 de agosto (mira que se hicieron fotos ese día...), con dos que me mandó José A. Martínez Palomar:




Ya que veo a Manolo Martínez, ayer su tocayo Manolo de Blas de Blas, cura castrense ya jubilado, me hizo llegar las fotos que el Seminario ha hecho llegar de la inauguración de las obras del claustro, y que, como dice Salvador Barrio Onrubia en un comentario, fueron las culpables de que no pudiésemos acceder al mismo el 10 de agosto. Así que, para compensar, os las voy a poner todas:





















¡Pues eso!, que os podéis empachar con la ración de fotos del nuevo claustro del Seminario. Y sí, Ángel, sí, han desaparecido los azulejos que tanto identificábamos con el claustro. Es lo que tienen los nuevos tiempos, sustituímos lo antiguo por los nuevos conceptos............

Pero para dejaros con ganas de una próxima ración de fotos del 10 de agosto, os dejo una en la plaza de la Catedral:



Esta está hecha con la cámara de Sixto, pero no la hizo él, pues está en la foto.

A ver si tengo un poco más de tiempo, y las organizo las que faltan y las termino de subir, que me parece que ya estamos todos por la Catedral, que no hay ninguna más del comedor (Tendré que revisar todo el material.............................)

Un abrazo.
José A. Caamaño

12 comentarios:

  1. Pensaba que habías cerrado el chiringuito, total, nadie dice na..., ni tienen ganas de quedar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, Sixto, no lo he cerrado, pero como digo, dado el interés que se desmuestra en los comentarios, pues yo también he ido cayendo en la rutina del día a día, y no lo priorizo, frente a otras cosas. Aunque, de momento, abandonarlo no. Cuando llegue el día, que espero que no llegue, avisaré con tiempo.

      Eliminar
  2. Está claro que le han dado un cambio enorme al claustro y pandas, que para nada se parece a lo que había... Se ha adecuado a las necesidades actuales ... Lo que lamento es la desaparición del zócalo de azulejos... Zócalo que era precioso y que va unido a los pocos recuerdos gratos que guardo de la etapa seminarista... Me parece imperdonable que no se haya conservado un lienzo considerable del zócalo como testimonio---

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ángel, tengo que estar un día con el rector (Gabriel Ángel, el cura jovencito que aparece junto al sr. Obispo) para que me lo enseñe y, de paso, le preguntaré qué han hecho con el zócalo de azulejos. ¿Te doy un toque cuando confirme la visita y te apuntas?

      Eliminar
  3. Da pena verlo , y posiblemente no se podia hacer de otra manera , parece un hotel de nueva planta, los azulejos y el jardin con tulipanes es algo que tengo grabado de aquella etapa en tercero, mi habitación daba al jardin y pase muchas horas mirando por aquella ventana

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. ¡Nostálgicos, que somos unos nostálgicos! Yo también. En la plaza de El Burgo creo que había una fuente, al menos aquí la han respetado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sixto, la fuente del "mono", de la plaza de El Burgo, la llevaron, cuando arreglaron ésta, a la plaza "del rastro", enfrente de la taberna "e Machote". De ella es de dónde se nutren de agua las peñas en fiestas para las cucañas....... y dónde más de un@ acaba "duchad@"

      Eliminar
  6. ¡Ah! No sabía que en El Burgo había rastro, me pasa como a aquel anónimo, no lo frecuento... porque vosotros no queréis. (Esto me recuerda el chiste aquel de los pelos en la lengua... -pregunta, Manuel, creo que también es de Alejandro, el de la falda oeste de Moncayo-)

    No tardará en llegar algún alcalde se la volverá a poner la misma fuente en la plaza.

    ¡A ver cuanto se la queda entre las uñas!

    A lo nuestro, el Santo Seminario, podían gastar el dinero en conservarlo, no en cambiarlo, pero bueno, ...amigo Sancho...

    ResponderEliminar
  7. Un grillo en el jardín del claustro…. “cric-cric”
    Poco faltaría para las vacaciones del verano. Época de exámenes, de estudiar en los armarios de las habitaciones y a escondidas en los bancos de la capilla durante la misa, apurando para memorizar las últimas lecciones….
    Durante el paseo por los aligustres, los situados encima del patio de recreo, nos encontramos un renegro y rechoncho grillo. Atrapado por nuestras manos, pronto tuvo un mejor destino: el jardín del patio de claustro. A este cuidado jardín por los compañeros jardineros daban las ventanas de las habitaciones de los curas. Ya podréis imaginar que encomienda tenía nuestro grillito. Cantar y cantar hasta el amanecer… ¡Qué malos!
    Que harán sus descendientes sin el vede jardín. No habrán sido estos la causa de sustituirlo por cemento y guijarros, intentando imitar algún mal modelo de yo que sé dónde. Todo un desacierto y una falta total de gusto por la estética (Por lo menos así se ve en las fotos que están apareciendo en la red).
    ¿Y el claustro? Espacio sinfín, tantas veces recorrido en estrictas y prietas filas y en correrías descontroladas hasta chocar con alguna barriga ensotanada.
    Madre, madre, madre... que se me han cargado lo más bonito del Santo Seminario con su zócalo de elegantes azulejos y suelo clásico de baldosa roja con teselas decorativas en azul. Ya no digo nada de sus cristaleras, ya que estas sólo acompañaban a los otros elementos de identidad corporativa. Quien habrá sido el “lumbreras” que dio la orden de hacer esta inútil obra. Anda que no tenían otras cosas para gastar el dinero. ¡Si Don Saturnino Rubio Montiel levantara la cabeza! Anda que no hay sistemas de aislamiento térmico sin tener que llegar a lo que han hecho. Por esta regla de tres, ya aplicada en muchos lugares nobles de nuestra geografía, no quedaría huella del pasado. ¡Que tiemblen los claustros de las catedrales! Bueno todo esto no me extraña. Ya me gustaría nos dieran una explicación convincente, ¡imposible!, de este gran desacierto, de este gran insulto a tan noble edificio, a su centro de gravedad. Espero que la biblioteca, las aulas magnas sigan siendo lo que eran hace 40 años.
    Cierto es que es su casa cada uno hace lo que le da la gana… pero este lugar en cierto modo, aunque sea un poquito, nos pertenece, pertenece a nuestros buenos y malos recuerdos…. y creo que brutalmente han pasado el borrador.
    Manuel Arribas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Oye, "Manué", digo yo que debía ser "mu" gordo el gazapo, porque esta mañana me he puesto a leer y decía yo para mis adentros "si esto yo ya lo he leído", y revisando he visto que lo has vuelto a publicar borrando el primero, técnica que comenté yo hace algún tiempo porque este blog no deja editar. ¿Te dio vergüenza, verdad? No sé qué sería, yo no me di cuen.

      Lo del grillo no me resulta desconocido, pero sí muy remoto. Y de todo aquello, que aunque tú y muchos penséis que algo nos pertenece, sólo nos pertenecemos nosotros a nosotros mismos; y si los gestores actuales tienen a bien dejarnos dar unos pasos por donde tantos dimos, eso que de alguna forma debemos agradecerles.

      Pues sí, las cristaleras, el verde de los jardines, los azulejos, ...la historia se repite.

      Eliminar
    2. Que no se te pasa una eh! Nada dos cosillas "de na" ( de nada, que luego no puedo corregir)
      Saludos

      Eliminar

Gracias por participar. Es de lo que se trata.