Aún seguimos aquí

Aunque no con la frecuencia y asiduidad de los momentos pasados, no me he ido, ni me he olvidado de nadie. Simplemente, el devenir de la vida normal de cada uno, con sus momentos, sus hábitos y rutinas, que nos ocupan el día a día. Pero tranquilos que yo sigo aquí.

Hoy vamos a empezar la colección de fotos del 10 de agosto (mira que se hicieron fotos ese día...), con dos que me mandó José A. Martínez Palomar:

Ya que veo a Manolo Martínez, ayer su tocayo Manolo de Blas de Blas, cura castrense ya jubilado, me hizo llegar las fotos que el Seminario ha hecho llegar de la inauguración de las obras del claustro, y que, como dice Salvador Barrio Onrubia en un comentario, fueron las culpables de que no pudiésemos acceder al mismo el 10 de agosto. Así que, para compensar, os las voy a poner todas:

¡Pues eso!, que os podéis empachar con la ración de fotos del nuevo claustro del Seminario. Y sí, Ángel, sí, han desaparecido los azulejos que tanto identificábamos con el claustro. Es lo que tienen los nuevos tiempos, sustituímos lo antiguo por los nuevos conceptos............

Pero para dejaros con ganas de una próxima ración de fotos del 10 de agosto, os dejo una en la plaza de la Catedral:

Esta está hecha con la cámara de Sixto, pero no la hizo él, pues está en la foto.

A ver si tengo un poco más de tiempo, y las organizo las que faltan y las termino de subir, que me parece que ya estamos todos por la Catedral, que no hay ninguna más del comedor (Tendré que revisar todo el material.............................)

Un abrazo.

José A. Caamaño

Nueva ración........., de fotos.

En vista de que no hay mucho comentario que digamos (ya sé que os he tenido un poco abandonados, ya), voy a subir una nueva ración de fotos, a ver si de esta manera esto se anima. Por cierto, los correos que habéis mandado a Abel, independientemente de habérselos mandado, podríais haber publicado en el blog algún que otro comentario, y así habríamos animado un poco el cotarro.


Todas siguen siendo de las que me mandó Javier Andrés (al que habría que nombrar "reportero oficial del 10 de agosto").

Y ahora vamos a poner dos de Andrés 3º (José Luis Andrés Terrer):

Para que luego digais que no hay variedad.

Por cierto, a estas horas, un domingo (o cualquier otro día, vamos), nuestro amigo Abel Mateo nos invita a almorzar:

Sólo falta el pan y unos huevos fritos...........................

Los preparó ayer en un periquete. Y, en el blog colgado en la plataforma Wordpress, hizo un comentario muy suculento, que podéis ver pinchando sobre el enlace.

A ver quién se anima.

Bueno, pues nada, mañana más.

Un abrazo.
José A. Caamaño

Que sí, Sixto, ¡resucité!

No se te pasa una. Estás al loro, pendiente. Eres de los pocos que siguen al pie del cañón, dándo vida al blog.

Como os decía ayer, "no estaba muerto, no, no, que estaba.......", pues eso, atendiendo mi día a día y desfogándome un poco, pues las circunstancias personales mandan, y tenía bastante batiburrillo en mi cabeza.

Aunque no he estado parado. Ángel Almazán y Abel Mateo ya se han dado cuenta, hace días, y han publicado sus comentarios. Me refiero a que estoy migrando este blog a la plataforma wordpress. Es decir, que estoy llevando todo lo publicado aquí, comentarios incluídos, al nuevo blog: http://seminario1972.wordpress.com/, para que me déis vuestra opinión sobre en cuál de las dos plataformas lo véis más funcional y simple para manejarlo. Así que espero vuestras noticias al respecto.

En otro orden de cosas, tal y como os anticipé, la revista ARÉVACOS, en su número 55, de finales del mes pasado, publica un artículo sobre nuestro reencuentro (páginas 26 y 27). A ver si tengo un poco más de tiempo, pido los permisos oportunos y os escaneo el artículo.

Mientras tanto, vamos a seguir subiendo fotografías del evento del verano, que aún quedan unas cuántas:

Cómo podéis comprobar, material hay para dar, tomar y poner puesto....... Y eso que siguen siendo las de Javier Andrés, que hay de más compañeros. Así que atentos a sus pantallas que ¡aún hay más!

Pero eso será............, mañana, que el deber me llama.

Hasta luego, amigos.

José A. Caamaño.